La Navidad, esos momentos mágicos en los que la familia, la amistad y el amor son lo único que importan. Esos momentos ideales para sentarse en el sofá después de una gran comilona (o una gran cena) a ver junto con tus seres queridos las películas más navideñas que existen: Harry Potter y El Señor de los Anillos.
Pero no os creáis que esto va a ser la típica historia donde un viejo gordo vestido de rojo y tres tipos con ropas reales van allanando moradas para dejar regalos a unos desconocidos. Hoy, cómo Dios de la Nada que soy, quiero hablaros sobre la festividad que ocurre en el reino helado que en vuestro mundo se consideraría «Navidad».
En la isla donde ocurre toda la historia de «El Grupo Sombra«, el tiempo no se mide de la misma manera que en vuestro planeta. Allí los días son 24 horas, las semanas 7 días, los meses son 30 días y los años son 9 meses.
El festival del «Maqui» se celebra cada año en las dos grandes ciudades del reino y en sus pequeños pueblos. Los Orgalcs celebraban el fin del año y cómo es costumbre, los humanos se apropiaron de dicha tradición.
El día 20 de nobem (el noveno mes) las casas empiezan a decorar sus puertas y sus ventanas con distintas telas y flores amarillas, verdes, moradas y violetas. Colgaban estandartes y preciosas telas de balcón a balcón, creando un bonito techo en las calles y en Zunvra, intentaban luchar contra la neblina oscura con velas y antorchas de colores.
Caminar por esas calles podía ser mágico para quién no lo haya visto antes, pero la auténtica magia, ocurría el último día del año, en las calles de la ciudad de las sombras en la que no llega nunca la luz del sol ni el reflejo de la Luna.
En Zunvra, a las doce de la noche, cuando empieza el nuevo año, la neblina desaparece y permite que los habitantes puedan ver el cielo estrellado tan hermoso e infinito que tienen ante sus ojos.
Un cielo lleno de estrellas que rebotan contra la gran estructura de mi Mezquita, y permite que los humanos puedan ver, al menos una vez al año, la maravillosa visión que hay allí.
Sin duda es algo hermoso que se debería ver. Y que Lard, vio una vez sin saber de qué se trataba.