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El Verdadero Mundo Humano

El fascismo envuelta en papel de regalo

Con las noticias recientes del asalto al Capitolio de Estados Unidos a manos de los fascistas que algunos llaman «nostálgicos» con la intención de blanquear la violencia y a la ultraderecha, no he podido quedarme al margen. Sé que no voy a llegar a mucha gente. Sé que mis palabras no valen nada. Pero aun así, tengo que escribir este nuevo relato perdido:

Nunca he entendido este mundo. A pesar de todas las grandezas que hemos conseguido gracias a la investigación y a la ciencia, aún hay gente que cree en la religión y en supersticiones. Puedo llegar a entender que si no fuese por estas últimas, la civilización se pudo formar, ya que dio una respuesta rápida a la gente que no tenía conocimiento alguno sobre nada. Pero hoy en día, en este mundo conectado en el que literalmente tenemos TODA la información del planeta en nuestro bolsillo, no puedo entender que aún haya gente que no acepte la realidad. No puedo entender que aún haya gente que encima de que no la acepta, obliga a los de su alrededor a aceptar su mentira en la que tanto cree. Los obliga y los arrastra hasta un abismo de mentiras, falacias del cual una vez que entras, es muy difícil salir. Lo peor, lo peor es la gente que tienen ese pensamiento retrógrado que no quiere mejorar la vida del planeta entero, ya que la su vida ya está medianamente bien. Esa gente que encima tiene poder para hacer las cosas bien y hacer que absolutamente todos estemos mejor. Ese porcentaje tan bajo de la población que intentan controlarlo todo, para poder vivir como dioses hasta su muerte

Hay muchos ejemplos de estos hombres poderosos, pero por mucho que nos guste culparlos a ellos, no tienen toda la culpa. La gente de a pie, que están cegados por el odio que la sociedad que han creado los poderosos son también culpables. Las personas que apoyan a los fascistas y a los futuros dictadores dándole sus votos para que estos puedan volver a inculcar más odio en el mundo y así seguir dando vueltas a la rueda que parece que nunca termina.

Este parece ser el verdadero mundo humano. Un mundo cruel. Un mundo de odio. Un mundo en el que si no naces hombre blanco hetero adinerado no podrás tener la oportunidad de cambiar las cosas. O dejarlas igual para poder vivir como un dios mientras los demás trabajan como esclavos para poder comer, sin tener ni siquiera un sitio donde vivir.

Hay demasiadas cosas que tenemos que arreglar. Aunque pienso, que si pudiésemos arreglar una sola, las cosas irían muchísimo mejor. Si pudiésemos arreglar al cuarto poder que tanto blanquea la violencia, tanto verbal como física, del fascismo. Si pudiésemos hacer ver al mundo la realidad que vemos. El odio que los futuros dictadores han creado, y siguen creando, quizás desaparezca por fin.

Es un pequeño rayo de luz en este pozo oscuro en el que vivimos. Uno que no se puede dejar pasar.

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