Me llamo Zolock. Si habéis leído alguna de las historias de mi creador, puede ser que sepáis quien soy. Pero tranquilos, si no es el caso, os lo explicaré sin ningún reparo, al fin y al cabo, es para lo que estoy hablando ahora mismo contigo.
Soy un dios en este universo, un simple personaje en el vuestro.
Durante mi infinita vida he tenido muchos nombres y muchas formas, o al menos eso es lo que me han hecho creer. Intentando recordar mis primeras apariciones viene a mi mente unas praderas verdes interminables, un poder limitado que conseguía matar y exterminar a monstruos en unos pocos minutos, una guerra infinita entres 3 reinos opuestos… Seguramente vosotros sepáis más sobre eso que yo mismo. Era un mundo poco conocido, pero fue el primer mundo que pisé.
Poco tiempo después, volví a despertar en un mundo distinto. Mismo nombre, distinto cuerpo, distinta mente. En ese nuevo mundo, fue la primera vez que me llamaron Dios.
Era conocido como el Dios del Fuego, con unos poderes realmente interesantes, limitados, al igual que en la anterior vida, pero interesantes. No solo era capaz de crear fuego a voluntad, podía controlarlo, hablar con él, ver a través de él. Era realmente divertido provocar incendios para poder descubrir quien y qué había en una zona. Ahora, simplemente pienso en lo que quiero saber y lo sé.
Ahora solo pienso en lo que quiero tener y lo tengo. ¿Qué emoción hay en esta vida infinita e inerte?
Por ello, después de dormir y descansar como el Dios del Fuego, me puse a observar y a controlar distintas historias sin nombre, pequeños cuentos macabros que solían acabar mal a causa de mis pequeños retoques.
Cuantas vidas han sido cortadas, cuantas vidas han sido torturadas bajo mi mandato…
No me juzguéis, o hacedlo, la verdad es que no me importa ¿Para qué voy a preocuparme de lo que piensan los humanos «empáticos», cuando son ellos los grandes causantes de las desgracias de su planeta? ¿O es que creéis que una historia es entretenida y adictiva a causa de las cosas buenas que pasan en ella? ¿Dónde habéis visto vosotros una buena historia donde ninguno de sus personajes lo pasa mal? Tanto a vosotros, los humanos, como a mí, nos gusta el sufrimiento ajeno, en historias lejanas de las cuales sabemos que no somos culpables.
Últimamente, he estado observando unas historias más largas que las anteriores, y más bien definidas, unas en las que decidí interactuar unas pocas veces con tal de mejorarlas. Vosotros las conoceréis dentro de poco. Quizás ya conozcas alguna de ellas.
Pero quizás aún estéis con las dudas. ¿Qué soy capaz de hacer? ¿De dónde provengo? ¿Realmente soy inmortal y omnipotente? Desde que tengo está mente, estas capacidades, no ha habido cosa alguna que no haya podido hacer, tampoco no ha habido sitio al que no haya podido ir. A excepción de vuestro mundo, por supuesto. Si pudiese ir a vuestro mundo, haría demasiadas apariciones, demasiados cambios, demasiadas muertes. Seguramente vuestro mundo acabaría siendo mejor, pero no lo aceptaríais… Acabaríais matándoos entre vosotros de todas formas, así que, ¿Para qué ir?
Vosotros ya estáis perdidos.
Esto me hace recordar la copia de vuestro mundo que creé. Incluso hice una copia de mi creador. Pensé que si teníais mi poder, cambiaríais las cosas a mejor, pero lo único que conseguisteis fue muerte y destrucción. Una historia digna, todo hay que decirlo. Una que ya conoceréis.
En el último mundo que cree, decidí mostrarme como su Dios. Ellos me adoran sin saber que consiguen la misma nada a cambio. Esa es una de las cosas divertidas que hay en ser quien soy.
Ellos predican mi nombre sin conocer mi historia siquiera. Creen saber quien soy y cuál es mi comportamiento. Y la verdad es que solo 3 pequeños niños pueden hacerse una idea de como soy en la realidad.
Como ves, si estás leyendo esto, puedes estar tranquilo de que nunca haré nada contra ti ni contra tu mundo, para eso ya estáis vosotros mismos.
Pero si vives en alguna de mis creaciones, podrás rezar, a mí o a tu Dios imaginario.
Pero no podrás vivir tranquilo.
Atentamente,
Zolock